El brasero es un sistema de calefacción que se remonta a épocas antiguas. Sin embargo, ha sabido adaptarse muy bien a los tiempos modernos.
Generalmente se lo asocia con el calor hogareño y las largas tertulias, con múltiples diseños en distintas partes del mundo, el modelo más común es un recipiente sencillo que aporta calor para calentar los hogares durante los meses de verano.
En la actualidad, el concepto de incorporación de braseros en los hogares ha resurgido con mucha fuerza, desde los modelos más sencillos que recuerdan a los diseños medievales a braseros de leña para jardín con acabados premium para casas de alto standing. Te explicaremos qué es un brasero, los tipos que existen… Y algunos consejos para elegir el más indicado para tu hogar.
¿Qué es un brasero?
Se trata de un recipiente, o contenedor, con poca profundidad y fabricado con metal que está diseñado para albergar una fuente de calor.
Antiguamente se usaba carbón vegetal o cisco para encender la llama, pero en la actualidad hay modelos más modernos, como los eléctricos con efecto llama o de gas. Aún hoy se pueden encontrar modelos que simulan el estilo antiguo, recordando a aquellos diseños de la época medieval que se usaban para calentar las habitaciones en los castillos.
¿Para qué sirve un brasero?
Podríamos decir que cumple tres funciones:
- Dar calor es su función principal, ya sea una zona específica de la casa o para sentarse a su alrededor en el exterior y estar caliente.
- En la actualidad, sirven como elemento decorativo que aporta un toque estético al exterior.
- Con la llegada del invierno, se convierte en un punto de reunión de las familias, sobre todo cuando se hacen fiestas o veladas en el exterior, para disfrutar de las vistas nocturnas.
- Algunos modelos pueden servir también para cocinar. Son los más raros de ver, pero hay varios modelos que lo permiten.
- Existen algunos modelos que son braseros portátiles, para llevarlos cuando se sale de camping.
¿Cuáles son los tipos de braseros que existen?
Vamos a ver los diferentes tipos que existen y cuáles podrías barajar para poner en tu casa. ¿Listo? ¡Vamos!

Braseros según su diseño
Lo primero que vamos a ver son los diferentes tipos de brasero según su diseño, dado que es lo primero en lo que nos solemos fijar a la hora de buscar un modelo.
Brasero en forma de copa
El primer modelo, y uno de los más extendidos, son los braseros en forma de copa, que consiste en un diseño metálico redondo, u ovalado. Hay de varios tamaños, y generalmente se usan para zonas exteriores o en las casas rústicas, situándose cerca de la chimenea.
Brasero con forma de cesta
El siguiente modelo tiene una forma que recuerda a una cesta, pudiendo ser cuadrado, rectangular o redondo, además de que al altura y el ancho puede ser muy variado.
Su diseño por norma general es bastante sencillo, con una cesta perforada que permite al usuario ver el fuego desde cualquier ángulo. Su mayor problema es que las brasas pueden salir por estas aberturas, así que debe estar colocado en un suelo no inflamable o dentro de un cenicero.
Braseros de lujo
Con la reciente incorporación del brasero a la decoración y las rutinas del hogar, han aparecido lo que se conocen como braseros de diseño o de lujo.
Son braseros fabricados pensando en la funcionalidad y la estética, para colocar en el jardín, el patio o la terraza. Su precio es más elevado, pero cuenta con todas las ventajas de la tecnología moderna, por lo que son más seguros, prácticos y fáciles de limpiar.
Brasero mexicano
Este tipo de brasero también es conocido como chimenea mexicana, y se trata de una vasija grande abierta en la zona delantera, con una cubierta que, en realidad, es una chimenea.
Se fabrican con terracota o arcilla, aunque hoy en día se pueden encontrar modelos de hierro fundido (que son más prácticos para acumular el calor). Su gran particularidad es que se puede utilizar para cocinar.
Braseros de interior
Utilizando la tecnología más moderna se han empezado a fabricar lo que se conocen como graseros de interior, que son unos pequeños braseros, con forma circular, que funcionan con luz o electricidad.
Su gran ventaja es su versatilidad y que son pequeños, pero no aportan ese toque único de calidez y confort de los braseros tradicionales.
Kotatsu
El kotatsu es un brasero japonés. Este se compone de una mesa que tiene integrada un brasero en la parte inferior, con los bordes cubiertos por una manta.
Si sois de hacer vida en el suelo, es la mejor opción para vuestro hogar. Aunque el problema es que ocupa bastante espacio (sustituyendo a la mesa del salón) y que luego ocupará mucho espacio al guardarlo, pero os mantendrá calientes en invierno.
Los tipos de brasero según su combustión
¿Te han quedado claros todos los tipos de braseros que existen? Bien, pasemos a ver el tipo de combustión que utilizan.
Algo importante sobre este punto, es que no todos los braseros son compatibles con todos los tipos de combustión, algunos pueden usar dos tipos y otros solo uno. Tenlo presente a la hora de comprarlo.

Braseros de carbón
Estos son los que se utilizaban antiguamente y, como su propio nombre indica, utiliza el carbón como combustible.
Su gran ventaja es que proporciona un calor duradero e intenso, siendo la mejor opción para reuniones en el aire libre o para zonas interiores amplias. Además, si eliges el modelo adecuado, como por ejemplo el de forma de copa o de cesta, puedes usarlo también para calentar platos o cocinar.
La gran pega es en los restos de carbón que quedan en el fondo del brasero y hay que limpiar, cosa que a veces puede resultar una gran molestia.
Braseros de leña
Son muy similares a los de carbón, y por norma general son compatibles. Este tipo es ideal para aquellos que adoran el olor de la madera quemada y saben controlar bien las brasas para generar calor.
¿La pega? Que hay que añadir el coste de la madera, además de colocarlo en una zona en la que las brasas no salten al suelo (o usar un cenicero grande para colocarlo) y su posterior limpieza.
Brasero de gas
Es uno de los modelos más modernos que utilizan gas propano o natural como fuente de combustible.
Se pueden usar tanto en interiores como exteriores, con modelos más pequeños a más modernos. Su principal desventaja es que deben estar conectados a una fuente de gas y que no aportan ese toque “de calidez” que brinda la llama de los modelos anteriores.
Brasero eléctrico
Este es uno de los modelos más modernos y seguros. Al igual que el de gas, necesita estar conectado a una fuente de energía para funcionar.
Su gran ventaja es que hay modelos con diseños muy llamativos y el riesgo de producirse un incendio es prácticamente cero. ¿Su inconveniente? Que tampoco aporta ese toque tan agradable de ver las chispas del fuego o ver como se consume poco a poco la leña.
¡Consejos para que puedas elegir el mejor brasero para tu hogar!
Es posible que ya te hayas hecho una idea clara del tipo de brasero que quieres poner en tu hogar, pero permítenos darte algunos consejos para que puedas tomar mejor la decisión:
La ubicación es importante
Como cualquier otro elemento de tu hogar, es muy importante elegir la ubicación correcta.
Si, debes estar cerca de él para recibir el calor, pero piensa en el espacio que tienes disponible.
Igual no lo necesitas en el interior, y puedes instalar el brasero en la zona del jardín o la terraza, con unas sillas o mesa alrededor, para usarlo para cuando tengas visita.
La seguridad es lo primero
No hay nada más bonito que ver las llamas bailar mientras te llega el olor a carbón o leña quemada. Pero, si no sabes como utilizarlo, sigue nuestro consejo: opta por un modelo de gas o eléctrico.
Sí, todo se puede aprender, pero hasta llegado ese momento, es mejor evitar cualquier riesgo, porque las chispas pueden saltar y podrías quemarte por no saber medir bien las distancias o no haber sido cauto al instalarlo.
La ventilación es muy importante
Al usar un brasero en un espacio cerrado, como puede ser un salón, es muy importante que haya una buena ventilación, sobre todo si vas a usar un brasero de carbón o leña.
Mientras se quema la fuente de calor, se producirá humo y gases, que se pueden acumular en la habitación. Así que solo instálalo en el interior de la casa si la habitación es grande, fluye bien el aire u opta por un modelo eléctrico o de gas.
Piensa en el mantenimiento
Los modelos modernos de gas o eléctricos necesitan menos mantenimiento que los de leña y carbón.
Esto también se aplica al material que elijas, pues los de hierro fundido, si no han sido debidamente tratados, poco a poco empezarán a oxidarse. En cambio, los modelos más modernos, que se fabrican con materiales más resistentes, pueden durar años.
Espacio que ocupa
Hay braseros con todo tipo de tamaños; desde modelos portátiles pequeños a braseros de grandes dimensiones que, generalmente, son los que se instalan en las terrazas y jardines para que se queden allí.
Valora muy bien que prefieres; tenerlo instalado todo el año, ocupando un espacio que luego podrías usar para otra cosa, o si prefieres un modelo más pequeño y compacto para usar de vez en cuando.
Presupuesto
Claro que es importante valorar el dinero con el que cuentas para comprar un brasero. Pero te lo planteamos así: ¿Prefieres invertir en un brasero de calidad, que puedas usar durante varios años y que pueda revalorizar el valor de tu vivienda o comprar uno barato que tengas que cambiar cada poco tiempo con el gasto que ello supone?
A veces vale más la pena hacer una inversión más grande, y verlo como eso.
¿Quién lo va a usar?
Lo último a valorar a la hora de elegir un brasero, es el uso que le se le va a dar. ¿Lo usarás únicamente para calentar la casa? ¿O lo utilizarás cuando tengas visita para que se sientan cómodos en tu hogar?
Dependiendo de esto, te puede interesar un modelo más pequeño o uno más grande sobre el que sentaros todos alrededor.
